La caída del cabello es un fenómeno que afecta a hombres y mujeres. Todas las personas pueden sufrir de calvicie y la causa más común es la alopecia androgénica. Tiene un origen genético y hormonal, aunque a veces también puede estar relacionada con una enfermedad concomitante.
Los andrógenos son las hormonas masculinas, entre las que se encuentran la testosterona, la androtestosterona y la androstenediona. El efecto que estas sustancias químicas causan en el cabello es el que la da nombre a este tipo de alopecia.
Alopecia androgénica masculina
También llamada calvicie común, se da por factores genéticos y hormonales afectando a más del 60% de los varones a lo largo de su vida. Según el dermatólogo Sergio Vano, puede comenzar alrededor de los 20 años, o incluso antes, y suelen existir antecedentes familiares directos.
“En la alopecia androgénica masculina, los folículos pilosos de la zona frontal, superior y coronilla son más sensibles a la acción de los andrógenos. Estos inducen una miniaturización de los folículos (es decir, se van haciendo finos) y si no se instaura tratamiento desaparecerán”, explica.
Alopecia androgénica femenina
En el caso de las mujeres, las causas de la alopecia androgénica son genéticas y multifactoriales. Afecta al 25% de la población femenina, sobre todo durante la menopausia. Como está relacionada con el aumento de testosterona en el cuerpo femenino, también se da después de un parto o cuando se padece de ovarios poliquísticos.
Las mujeres no suelen experimentar calvicie, sino que los cabellos se vuelven cada vez más finos hasta convertirse en vello. Lo común es que existan antecedentes familiares directos, “aunque su ausencia no excluye que pueda aparecer este tipo de alopecia”, afirma el dermatólogo.
Existen enfermedades que también podrían estar causando la aparición de la alopecia androgénica. Déficits vitamínicos y de hierro (anemia), trastornos hormonales (tiroides), síndrome HAIRAN, anorexia nerviosa, regímenes hipocalóricos e hiperplasia suprarrenal congénita son algunas de las que menciona Sergio Vano.
Debido al origen genético de la alopecia androgénica, no existe una cura. Sin embargo, los tratamientos ayudan a frenar el problema. Siempre será fundamental consultar a un médico para determinar la causa de la caída del cabello y el tratamiento a seguir. Existen varios motivos por lo que esto puede ocurrir y, sobre todo en las mujeres, se deben descartar ciertas enfermedades.
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